¿O el sistema eres tú?
Por Lourdes Yagüe
Uno de los principales errores en el enfoque de un nuevo negocio suele ser centrarse demasiado en todos los detalles del producto o servicio pero muy poco o nada en el modelo de negocio que se va a llevar a cabo.
Esta diferencia de enfoque es lo que determinará si finalmente estás construyendo un negocio o, por el contrario, un autoempleo.
Cuando empecé como autónoma, decía a todo el mundo que estaba «montando mi propio negocio de traducción». En realidad no andaba completamente desencaminada… en efecto, estoy en el negocio de la traducción, pero no tengo un negocio sino que SOY el negocio.
Soy el negocio porque soy yo la que hace las traducciones, gestiona los pedidos, atiende a los clientes, emite las facturas, se ocupa del marketing y etcétera, etcétera.
Me centré más en la clase de servicio que iba a proporcionar y no reparé demasiado en el sistema en el que me iba a apoyar para sacar adelante mi negocio porque di por hecho que la forma de hacerlo era encargándome yo de todo.
Probablemente este sea también tu caso porque la mayoría de emprendedores inician sus «negocios» con la idea de hacerlo todo ellos mismos. Al final, lo que construimos con este enfoque es otro empleo. Un empleo por cuenta propia, pero un empleo a fin de cuentas. Y eso está muy bien si eso es lo que quieres, pero no es el camino correcto si aspiras a la independencia financiera. Seguir leyendo...
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